martes, 3 de junio de 2014

Egoísmo, cadenas y obesesiones

Hola amables lectores, hoy les compartiré mi opinión y consejo acerca de un tema que ya hace algunos meses atrás me viene causando amargura y pesar.
Antes de empezar quiero que sepan que no es algo personal y por ningún motivo deben ajustarse el saco.

Primero comenzaré diciéndoles algo bastante trillado como que, existen millones de personas en el planeta tierra, tanto hombres como mujeres, sin embargo muchos de ustedes malgastan su tiempo aferrándose a una persona que no los ve de la misma manera, cegados de infinitas oportunidades con alguna otra.  La cuestión aquí es, ¿por qué se aferran a alguien que no los ve como ustedes? no sean así, el que estén luchando por conseguir algo ._algo que saben que no vale la pena._  además ya de ser bastante triste también es egoísta pensar que por ese esfuerzo los verán como ustedes quieren. En lugar de gastar sus energías y cegarse con ese alguien dediquen su tiempo a hacer lo que les gusta, incluso conozcan otras personas, quizás encuentren lo que tan desesperadamente buscan. ._hago uso de tan brusco pensamiento pero saben que es la verdad, ustedes se encuentran desesperados por afecto y cariño de pareja y obsesionados con alguien, nunca lo encontraran._

Espero que entiendan un poco este punto de vista y dejen de ser personas tristes y ardidas sin sentido. Y si quieren seguir así pues jódanse y revuélquense en su miserable tristeza de sentirse solos.

miércoles, 2 de abril de 2014

La amargura de escucharlos

Queridos lectores, no había podido escribir por diferentes razones y una muy importante era la falta de odio hacía algún tema en especial, pero eso no nos importa entonces les haré saber mi opinión acerca de lo siguiente.

En este mundillo no hay nada más revienta escrotos que escucharle la boca a un “fanboy” no importa el tema a tratar siempre es la misma clase de gentecilla tratando de defender histéricamente algún tema de su incumbencia y no digo que este acto este mal, siempre y cuando exista un criterio propio, saber lo que estas diciendo y por supuesto darte cuenta de la clase de tema idiota que estás tratando de defender.

Personalmente existen cierto tipo de “fanboys” que al escucharlos defender sus gustos hacen que me quiera arrancar las orejas y provocarme una discapacidad auditiva solo para no escuchar más lo inverosímil de sus argumentos. Por ejemplo religiosos aferrándose a debatir con un ateo la existencia de Dios, otakus (personalmente son los que más me patean las bolas) sintiéndose superiores intelectualmente por ser rechazados ¿en serio?, metaleros cerrados en su mundo súper metalero, también sintiéndose súper cultos y por supuesto aquí también entran believers y cuantos más de esos nombres idiotas quepan.

Sin duda toda clase de fanático o fanboy rompe con un mundo en donde todos podrían discutir diversos temas respetando las ideas y gustos de los demás, excepto las de los reggaetoneros esos si que se pudran en el infierno.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Preludio de un amargado

Quejarse es un don, es algo que debe hacerse de manera poética, algo que tenga el poder de hacer fruncir de molestia el esfínter de quien te escuche, que se provoque una avalancha de caca con diarrea en tu contra, porqué claro, quejarse no es un acto que deba permanecer oculto en el alma, tiene que pegarle una patada en la ingle a todos sin excepción. Quejarse es un sentimiento que debe ser genuino, que al ser participe de la más mínima parte de bestialidad o fantoches se geste en ti una parálisis intestinal al concebir que respiras el mismo aire que aquel pedazo de bestia.

Quejarse salva vidas, es como la pelota anti estrés, relaja tu mente y evita que cometas algún acto insano, pero no todo es beatitud al quejarse, siempre te encontrarás con personas positivas tratando de contagiar su positivismo diciéndote cosas como “disfruta la vida” o “eres muy joven para quejarte tanto” y si tan solo aquellas personas supieran que están contribuyendo a alimentar tu idea de que algunas personas son tan palurdas gracias a personas como ellas. En fin hay personas que no están hechas para vivir con el don de la queja, personas que cuando se quejan producen más pena que otras cosas. Ha de saberse que el arte del buen quejar es aquel que provoca una cadena, no solo de quejas si no de odio, es la oración que  amarga el día de alguna persona, la que provoca peleas entre amigos, la gran manzana de la discordia.